En México, cada región tiene una forma única y profundamente simbólica de celebrar el Día de Muertos, reflejando la riqueza cultural y diversidad del país. Una de las tradiciones más singulares se encuentra en Pomuch, Campeche, donde se realiza el ritual de "limpia de huesos", una costumbre ancestral maya que tiene lugar cada año en la última semana de octubre y primeros días de noviembre.
La Limpia de Huesos en Pomuch: Un Ritual de Amor y Memoria
En Pomuch, la celebración del Día de Muertos implica una ceremonia única de limpieza de huesos que honra a los seres queridos fallecidos y refuerza los lazos entre generaciones. Tuvimos la oportunidad de conocer a Ever, un habitante maya que nos recibió a la entrada del cementerio y nos explicó la importancia de este ritual. Al ingresar al camposanto, Ever nos pidió respetuosamente que guardáramos silencio, ya que otras familias también realizan el ritual con sus antepasados en este mismo espacio, transformando el cementerio en un sitio de profunda conexión y espiritualidad.
Al acercarnos a la tumba de "Doña Petrona Ake", la abuela de la bisabuela de Ever, nos contó que, aunque nunca la conoció, él continúa con la tradición que le enseñaron sus mayores. En un acto cargado de amor y respeto, Ever cuidadosamente limpió los huesos de su antepasada, mientras compartía sus memorias de familia y recordaba a su tía, a quien también había honrado recientemente en el mismo ritual. Para él, este proceso es una forma de recordar y mantener vivos los lazos con aquellos que, aunque ya no están en el plano físico, siguen presentes en el espíritu y en el corazón.
El Significado Profundo del Ritual: Más Allá de una Limpieza Física
La tradición de la limpia de huesos incluye cambiar el pequeño ataúd de madera en el que reposan los restos y envolverlos en un nuevo manto, un símbolo de cariño y respeto. Según nos explica Ever, estos cambios se realizan anualmente, ya que, al igual que en vida, los difuntos deben tener "ropa" limpia y nueva para recibirlos en la celebración de "Janal Pixán" (comida de las almas). Durante esta festividad, se cree que los espíritus regresan a sus hogares para compartir los alimentos y regalos que sus seres queridos preparan en su honor. La limpieza de los huesos y el cambio de mantos es una expresión de amor eterno, un recordatorio de que el vínculo con los difuntos no se rompe con la muerte.
Una Práctica Ancestral Que Sobrevive al Tiempo
El ritual de la limpia de huesos en Pomuch se remonta a tiempos prehispánicos, una tradición que ha sobrevivido a la colonización y el paso de los siglos, y que ha sido preservada por las familias de esta comunidad maya. Este proceso no es solo una costumbre, sino una afirmación de la identidad cultural y de la creencia en la vida después de la muerte. En este contexto, el acto de limpiar y cuidar los restos óseos se convierte en un símbolo de continuidad y de respeto por el linaje familiar.
Pomuch, Un Destino para el Turismo Cultural y la Reflexión Espiritual
Visitar Pomuch en estas fechas permite al viajero adentrarse en una de las tradiciones más íntimas y emotivas de México. Además de experimentar la limpia de huesos, los visitantes pueden apreciar la belleza del cementerio, donde las tumbas están adornadas con flores y ofrendas. Este tipo de turismo no solo es una oportunidad para conocer las raíces culturales mayas, sino también para reflexionar sobre las conexiones familiares, la vida y la muerte desde una perspectiva muy humana y espiritual.
La limpia de huesos en Pomuch, Campeche, no es solo un ritual funerario, sino una celebración de amor eterno y respeto que desafía el paso del tiempo y de generaciones. Para quienes desean conocer las profundidades del Día de Muertos desde una óptica ancestral, esta tradición en Pomuch ofrece una experiencia transformadora y única.