Nuestro recorrido hacia este cenote comenzó de manera tradicional, en mototaxi, una opción que recomendamos si buscas una experiencia auténtica y cercana al entorno. Aunque puedes llegar en auto, el mototaxi te permite sumergirte mejor en la atmósfera del lugar. A lo largo del trayecto, nuestro guía local compartió historias ancestrales, transmitidas de generación en generación, sobre los antiguos señores del Mayab, guardianes de los cenotes y grutas. Estas leyendas, cargadas de misticismo, nos transportaron a una época donde los cenotes no eran solo formaciones naturales, sino portales sagrados para los mayas.
Al llegar a la propiedad, nos encontramos con un imponente álamo, símbolo de vida y conexión con la tierra. Justo junto a este árbol, una escalera metálica nos invitaba a descender unos 10 metros bajo tierra. El acceso es algo estrecho en la entrada, lo que nos obligó a caminar con cuidado para evitar golpes con las rocas que nos rodeaban. A medida que bajábamos, pudimos observar cómo las gotas de agua recorrían las raíces expuestas, una evidencia viva de la unión entre el mundo de arriba y el subterráneo.
Al completar el descenso, se reveló ante nosotros una majestuosa bóveda, cuyo techo parecía abrazar las cristalinas aguas del cenote. La plataforma de piedra y concreto ofrecía un punto seguro para admirar el entorno antes de bajar al agua a través de una sencilla escalera de madera. Al levantar la vista, vimos estalactitas de tamaño mediano colgando como guardianas del espacio, y en la parte superior de las rocas, varias vasijas de barro. Estas piezas fueron colocadas recientemente como resultado de un hallazgo arqueológico en la cueva, otro recordatorio de que los cenotes son mucho más que atracciones turísticas: son verdaderos testimonios de la historia maya.
El espejo de agua, amplio y perfecto para nadar, cubre casi la mitad de la cámara subterránea. Es ideal para nadar tranquilamente de un extremo a otro. Dos sogas de seguridad flotan a lo largo de la superficie, guiando a los nadadores, y al final del camino de piedra, a la derecha, se abre una pequeña caverna que aún no ha sido explorada por completo, invitando a imaginar los misterios que podría albergar.
El Misterioso Jarrón Maya
Pero quizá lo más fascinante de este cenote se encuentra también en ese lado derecho, en una de las paredes de la bóveda. Allí, atrapado entre una grieta y una enorme roca, se descubrió un antiguo jarrón maya. Este jarrón, imposible de remover debido a su fusión con la roca a lo largo de los siglos, apenas muestra su parte superior, pero su altura podría alcanzar entre 50 y 55 centímetros. La filtración constante del agua ha unido el jarrón y la roca de tal manera que intentar extraerlo sería destruido.
¿Quién lo colocó ahí y por qué? Es un misterio. Quizás un ofrecimiento ritual o un testigo olvidado de un tiempo en que estos lugares eran considerados portales hacia el inframundo. Esta reliquia sigue allí, atrapada entre el tiempo y la piedra, un recordatorio silencioso de los antiguos habitantes del Mayab y de sus profundas creencias en los poderes ocultos de la naturaleza.
Este cenote, con su mezcla de belleza natural y su conexión histórica, no es solo un lugar para nadar, sino un santuario de la cultura maya, un espacio donde cada paso te acerca más a los secretos de una civilización que aún nos habla a través de sus reliquias y leyendas.
Mapa de Localización
Facilidades:
- Baños
- Cambiadores
- Chaleco Salvavidas
- Espacio de Estacionamiento
- Experiencia Sensorial Mayaa
Recomendaciones:
- No usar bloqueadore o protectores solares
- No usar perfumes
- No olvides tu camara acuática / GoPro
- Se recomienda zapatos de agua
- Usar traje de baño
- Te recomendamos usar gogles o equipo de esnorquel.
Datos de Contacto
- 🎫 Costo de Acceso: $70 MXN P/P
- 🕰️ Horario: 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
- ☎️ Teléfono: 9996410787