¿Quieres pasar un día lleno de aventura, rodeado de la naturaleza y refrescándote en aguas cristalinas? Bueno el Cenote Maní Chan es tu mejor opción.
Localizado en Homún justo antes de entrar al poblado, podrás ver un letrero de madera en donde te señala el camino y enfatiza un recorrido de 3700 metros dentro de la selva maya.
Visitaremos 3 Cenotes Virgenes
El Tour de los 3 Cenotes inicia desde el Restaurante Casa Isabela que se encuentra a tan solo 3 esquinas de la entrada, no te perderás porque tienen una bella pareja de mestizos de madera que te dan la bienvenida. Una vez que nos den las indicaciones de seguridad y estemos bien montados en nuestras bicicletas, entonces nos dispondremos a retornar en una fila hacia la salida del poblado hasta llegar al letrero indicándonos el camino.
Desde que sales de la carretera el camino se convierte completamente de terracería rodeada por la naturaleza, la tranquilidad y el silencio. Mientras pedaleas en las aventureras rocas te toparas con aves, liebres y ganado que repentinamente sale a pastar, hasta que finalmente llegas a la entrada del primer cenote que es el Maní Chan.
El Cenote Maní Chan se encuentra en un área complemente abierta muy limpia y lista para que descubras que en una pequeña entrada de cueva se encuentra resguardada este bello cenote. Te sorprenderá inmediatamente que entras, ya que no te imagina la amplitud y los tesoros naturales que resguarda, a primera instancia su bóveda cuenta la historia de los colapsos que ha sufrido y que le han formado, detalles de conchas marinas incrustadas y corales petrificados sugieren que en algún momento estuvo completamente bajo el agua. Mientras caminas notaras que la tierra es suave esto es porque es arcilla, una roca sedimentaria descompuesta que es poco usual encontrar en los cenotes, aquí hay un banco completo que puede apreciarse muy claramente a un lado del camino.
De lado derecho se aprecia una grieta que claramente tiene una pila de piedras como albarrada con la intensión de acomodar y limpiar la entrada, misma que fue hecha por sus antiguos habitantes, ya que cuando descubrieron el lugar ya se encontraba así. Al descender a la cueva deberás tener mucho cuidado porque es estrecho, pero vale mucho la pena por que resguarda un pequeño cenote de poca profundidad, el techo de la bóveda está formado completamente por pequeñas estalactitas que gotean y forman ondas en el agua.
Al salir de la cueva seguiremos nuestro recorrido por la gruta, pasando el banco de arcilla y topándonos con restos de vasijas que utilizaron sus antiguos habitantes mayas, al dar la vuelta podrás ver una gran piedra del lado izquierdo que cuenta con unos pequeños escalones el cual sugiere que por este camino descendían para llegar a las aguas dulces, debido a estos escalones debe su nombre este Cenote Maní Chan “Pasos Pequeños”, aún es posible utilizarlo para apreciar desde arriba la amplitud del cenote o para llegar de nueva cuenta a la entrada.
Aunque no es muy grande en su superficie, sus aguas transparentes de tonos verdes y de ambiente cálido te sorprenderán. Para refrescarte puedes descender por su escalón, que es la parte más baja en donde puedes comenzar a nadar e iniciar a recorrerla por completo, mientras avanzas es impactante ver el fondo y lo trasparente que es. Tiene una profundidad de 15 metros y una cueva de kilómetro y medio que colinda con otros cenotes. Debido a las recientes lluvias el nivel está un poco más elevado de lo normal, por lo que cubre otra gruta que por el momento no es posible visitar. Hay una piedra que te permite sentarte en ella cómodamente y disfrutar de la vista panorámica del lugar.
La aventura continua visitando el Cenote Cleotilde
Después de disfrutar de este maravilloso lugar, tomaremos de nuevo la bicicleta y nos conduciremos por dónde venimos, nos dirigiremos el Cenote Clotilde. Este cenote se encuentra en un terreno muy amplio que alguna vez fue un rancho ganadero, rápidamente se distingue por que le han realizado un brocal de piedras alrededor de un gran Álamo. Tienes que descender como 10 metros por unas escaleras de madera en espiral hasta llegar a una explanada igual construido de piedra con bancas alrededor para que puedas dejar tus cosas o sentarte mientras disfrutas de la vista, en medio de este lugar hay un pozo. El cenote es hermoso, rodeado de paredes de piedra en la que puedes apreciarse columnatas, estalactitas, las raíces del álamo que caen hasta tocar el agua y escuchar el murmullo de las aves y murciélagos que revolotean por todo el lugar. Su profundidad es aproximadamente de 35 metros, de tono azul cristalino que a simple vista no se nota ya que las ramas del álamo no permiten que los rayos del sol entren plenamente y dejen ver su hermosura. Sin embargo, nadar y refrescarse mientras contemplas el lugar es maravilloso.
El impresionante cenote Caliskutz
Por último, nos trasladaremos al cenote conocido como Caliskutz, un cenote cerrado por el cual tienes que descender por una plataforma de madera, que se divide en dos partes, una para tirarte unos clavados como a 8 metros de altura y la otra te lleva a una plataforma para descender a las aguas frescas. Es una oquedad muy amplia en que las paredes de piedra en tono blanco contrastan con el agua verde cristalina. Es de gran profundidad por lo que recorrerla es un gran reto, así que disfrútala con precaución.
Ya para terminar retornaremos a nuestro punto de salida para disfrutar de una rica y deliciosa comida yucateca en el Restaurante Casa Isabela, en el que podrás descansar y recuperar las energías gastadas.
El costo de este maravilloso tour es de $380 pesos por persona.
- Adicionalmente a esto puedes acampar en el cenote Maní Chan y pasar una noche mágica rodeado de la naturaleza, donde el único ruido que escucharas son el de la fauna circundante, mientras las estrellas iluminan el lugar.
- Para los más extremos pueden solicitar información para realizar este mismo recorrido, pero en cuatrimoto, esto es exclusivamente con una reserva previa.
Información de Contacto.
Cel: 9994204852
Facebook Oficial Cenote Manichan