Se ubica en el costado sur de la Plaza Central, adosada a los dos primeros cuerpos del costado este de El Castillo de Kukulcán, recibió este nombre porque al ser excavado se hallaron fragmentos de pintura mural en ambas caras del muro central en forma de “L”.
Es un pasillo con columnas asentado sobre una plataforma baja, con una banqueta a lo largo de su lado norte y un pequeño altar en la parte central. Los murales tienen como fondo el color rojo y una cenefa verde, la escena cosiste en marcos rojos y amarillos que encierran dos personajes de perfil ricamente ataviados y pintados de rojo y amarillo sobre un fondo azul, los personajes sostienen con las manos un estandarte circular que muestra representaciones de símbolos solares.
Estas manifestaciones pictóricas demuestran los contactos culturales entre Mayapán y otras ciudades del Altiplano Mexicano en el periodo Posclásico maya.