A Fray Diego de Landa se le encargo traer una virgen para el convento de Izamal desde el país de Guatemala, entonces el superior de Mérida aprovecho ese viaje y a su vez le encargo traer otra para esa cede, asiéndolo así. El trajo dos imágenes idénticas por lo cual fueron bautizadas como “Las dos hermanas; una se quedó en Mérida y la otra fue llevada a Izamal.

Un 16 de abril de 1829 ocurrió un terrible accidente provocando que el altar con la virgen en él se incendiara y se destruyeran por completo. Debido a este incidente se solicitó que la señora Narcisa de la Cámara, que tenía en su poder una virgen que hasta ahora se encuentra en el convento, con gusto ella entrego la imagen que tenía, lo que a todos les pareció bien.

De estas dos imágenes surgió una leyenda que hasta el día de hoy es recordada. Cuentas sus pobladores que algunos años antes de que sucediera el incendio, un humilde indígena trabajaba como sacristán del convento, el cual era el encargado de mantener limpio el lugar, aprovechando de su acceso, tenía la costumbre de postrarse ante la virgen y platicar en voz alta con ella. Transcurrido los años esto se convirtió en una costumbre para este humilde indígena, hasta que llego el 16 de abril de 1829, cuando ocurrió el terrible incendio el cual el presenció. 

Se dice que mientras se incendiaba el altar, el sacristán escucho como la virgen le decía: “Sálvame, soy la virgen”, entonces el miró una tenue luz que lo seguía y no sabiendo a donde ir, entonces se dirigió hasta el cerro de Kinich Kakmó, este cerro tiene una oquedad en la cual el entro junto con la virgen, este lugar se convirtió en su hogar por durante muchos años. Con el paso del tiempo sus pobladores saben que en esa oquedad es el hogar de una de las hermanas que ahora es custodiada por una enorme serpiente.

Desde entonces cada 8 de diciembre se puede sentir un agradable olor a flores durante la madrugada en la calle que comunican el convento y el Kinich Kakmó, esto es porque en ese tiempo las hermanas se intercambian de lugar, a pesar de que nadie aun ha visto ese hecho.