Es uno de los más bellos de Tulum. Ni los muros ni la puerta se ajustan a la vertical, lo que no es un resultado del paso del tiempo, pues así fue construido originalmente.

Se erigió sobre otro templo al que se rellenó para que le sirviera de base. En el nicho situado en la parte superior de la puerta destaca una escultura que presenta un personaje descendiendo del cielo; tiene alas, un tocado sobre la cabeza y sostiene un objeto entre las manos.

El templo estuvo decorado, por dentro y por fuera, con numerosas representaciones de dioses en pintura mural, que lamentablemente ya no podemos admirar.