Fue construida como resultado de las búsquedas emprendidas por Fray Diego de Landa para evangelizar a los nativos mayas, cada que encontraba un asentamiento construía una pequeña iglesia. Fue así en el año de 1591 que se comenzó a construir el convento, finalizando el 26 de Marzo de 1624. Entre los años de 1639 y 1640, Fray Juan Gutiérrez, guardián del convento, puso los cimientos de la nueva iglesia, logrando integrar el convento y complementándolo con el atrio y un huerto.
La fachada de la iglesia es sencilla, pero tiene detalles que la hacen lucir bella, sus muros lisos con pequeñas piedras irregulares la cubren por completo, en la entrada una puerta grande de madera en la que de marco tiene 2 juegos de columnas de cantería las cuales sostienen cada una las figuras de San Antonio de Padua, su imagen también se encuentra en la ventana del coro en un hermosos vitral .En su parte más alta se halla coronada y a sus lados 2 espadañas de dos niveles y tres claros para campanas.
El interior es sencillo con paredes y bóvedas lisas en las que destacan pilastras, arcos y molduras de cantería. En el fondo puede apreciarse el presbiterio que es iluminado por la cúpula que deja pasar la luz y resalta aún más el altar donde se encuentran las imágenes de San Antonio de Padua, entre otros. A cada lado puede apreciarse la existencia de capillas con altares y representaciones de santos.
Si miramos hacia arriba podremos ver el balcón, que es iluminado por la ventana del coro y nos deja ver una extraordinaria vista del interior de la iglesia.
Afuera a un costado puede apreciarse el ex convento y en una de las esquinas de la iglesia se encuentra una cruz de madera, con todo lo verde del jardín resalta y armoniza con la belleza del lugar.