Una de las características de la gastronomía yucateca es su capacidad de aprovechar los frutos y demás ingredientes abundantes en ciertas temporadas, tal es el caso del camote, mayormente común durante el mes de octubre y noviembre, frecuentemente utilizado en las ofrendas de día de muertos.

Se conocen los camotes poblanos preparados con diversos saborizantes para crear mezclas deliciosas, pero el dulce yucateco de camote es diferente, pues no es tan seco y sí, un poco más dulce.

Para prepararlo se necesita miel, azúcar o piloncillo y claro, los camotes:

Primero deberá cocinar los camotes a fuego lento, hasta que se ablanden; mientras tanto, en una olla coloque ¼ taza de agua con la miel y el azúcar o el piloncillo (el piloncillo sustituye al azúcar), cocine a fuego lento hasta que no quede grumos.

Una vez que ya estén blandos, corte los camotes a lo largo y por la mitad, para posteriormente mezclarlos con la miel y el piloncillo o azúcar; mueva constantemente a fuego lento, cuando los camotes hayan quedado suaves deberá cocinar a fuego alto, esto para que la miel pueda espesarse y crear así el almíbar del dulce.

Cuando la miel se haya espesado y los camotes se encuentren suaves, retire del fuego y deje enfriar un poco. Sírvalos en platos pequeños, bañados en el almíbar creado con la miel. Puede también decorar con cacahuate.