Lo que ahora se conoce como el poblado de Tixkokob fue anteriormente una comunidad perteneciente a la provincia de Ceh Pech. Se dice que en algún momento de su historia fue declarado ciudad, sin embargo al poco tiempo, este título fue revocado quedando registrado como pueblo hasta nuestros días.

Muy cerca de este lugar se encuentra la antigua Hacienda San Lorenzo y las ruinas de Aké, en la hacienda se puede visitar la desfibradora de henequén que aún se mantiene en funcionamiento, las ruinas presentan una idea de cómo pudo ser la vida en este lugar.

Tixkokob es un lugar de historia, tradición y leyendas, basta con acercarse a conversar con alguno de los habitantes para enterarse de las muchas que aquí se cuentan, una de las más escalofriantes es la del viernes 13, que, a diferencia de las películas extranjeras esta cuenta con varios testigos, se dice que hace poco menos de 30 años hubo aquí un niño fascinado con el mundo de hechicería, fue tal su obsesión que decidió realizar un ritual que le aseguraba la reencarnación en un poderoso brujo, para que esto ocurriera debía primero entregar su alma, así el pequeño se suicidó con la idea de reaparecer en un martes 13, fecha en que realizó el sacrificio, hasta la fecha se dice se escuchan voces y lamentos cerca de su tumba y un ambiente frío se respira al caminar junto a su lugar de descanso.

Pero además de escalofrío, también las artesanías son parte importante de esta población, las hamacas más famosas de Yucatán provienen de aquí, gran parte de sus habitantes se dedican a esta labor, dedicando gran parte de su tiempo a la elaboración de tal producto, este empeño se refleja en el resultado final, coloridas, suaves y cómodas hamacas parten de Tixkokob listas para distribuir y vender en distintos puntos del estado.